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La COVID19

 En los centros como los bingos, debemos poner toda la carne en el asador en cuanto a seguridad se refiere, la seguridad ante un enemigo invisible. Las personas que nos visitan son personas mayores en su mayoría. Así que desde que pudimos abrir nuestras puertas nuestra mayor preocupación ha sido la seguridad de nuestros mayores. Es un riesgo alto porque además son personas que están en contacto directo también con sus nietos que son un foco incontrolable de este virus. Algunas de las medidas que hemos tomado tomado son: Un medidor de temperatura en la puerta, justo antes entrar. Si da temperatura elevada no dejamos el ingreso al centro y le sugerimos que llame a los servicios de emergencia para que le indiquen que hacer. Todo esto en un espacio individual para evitar contacto con otras personas. También por ley tomamos los datos, totalmente protegidos pero que si los rastreadores necesitaran información y la policía lo solicita podemos evitar su propagación haciendo constar con que per

El equipo

  EL EQUIPO Digamos que se puede llegar a pensar que cualquiera puede trabajar en un bingo. La verdad es no es así, para trabajar en un bingo es necesario estar formado, tanto profesionalmente como psicológicamente. No es un trabajo fácil, la tipología de cliente es compleja, es muy similar a la de la hostelería pero mucho más exigente. Digamos que convivimos todos los días con las mismas personas y prácticamente a las mismas franjas horarias. Hay personas que van adquiriendo una confianza que el vendedor, tal vez, no le haya brindado y al igual que muchos optan por compartir con nosotros partes de su vida, muchos otros nos toman como psicólogos o personas a las que lanzar sus problemas diarios etcétera.  Algunos rozan el insulto constante, partida por partida. Para ponernos en situación cada 6 minutos aproximadamente hay una partida completa y todas esas partidas pasas por los mismos clientes y cuando te toca una persona desagradable o que intenta provocarte o trasladarte toda la nega

La otra cara de la moneda

Comienzo este blog hablando de un negocio, de un negocio que para muchos está mal visto, que gran parte de la sociedad ( ahora menos) juzga a quien hace uso de ese negocio y a quienes trabajan en el. Hablo del bingo, no estoy aquí para incentivar el uso del mismo ni mucho menos, estoy aquí para contaros la otra cara de la moneda. Claro que no hablo en nombre de todos los centros dónde se puede jugar ni de todas las empresas. Os voy a hablar de lo que he visto como profesional durante todos estos años.  Os voy a decir por adelantado que no estoy a favor ni del juego de forma irresponsable ni de ninguna actividad que pueda resultar en una adicción o un problema para el usuario, ni a corto ni a largo plazo. Por eso en estos centros hay una sola persona controlando quién entra y quien no entra, de que manera entra y claro está, no se les permite a los usuarios estar bajo el efecto de ninguna sustancia, ni de tener un comportamiento compulsivo o irracional, al menos, como os digo, en los ce